Más de 50 trabajadores pertenecientes al sindicato de trabajadores de la construcción realizaron manifestaciones por el incumplimiento del proyecto de construcción de la Línea Púrpura de Maryland.
Tras largo tiempo parado, el proyecto del tren ligero que conectará a las ciudades de Bethesda y New Carrollton, en Maryland, mejor conocido como la Línea Púrpura, fue reactivado recientemente. Sin embargo, parece que la situación no marcha por los carriles deseados.
Hace algunos días, más de 50 trabajadores de la construcción iniciaron manifestaciones frente al centro de Silver Spring, argumentando que el contratista a cargo de completar el proyecto se ha retractado de su compromiso de contratar mano de obra perteneciente al sindicato de trabajadores y proporcionar los salarios y beneficios acordados.
Los manifestantes, organizados por la Unión Internacional de Trabajadores de América del Norte (LIUNA), dijeron que el nuevo equipo de construcción liderado por las firmas españolas Dragados y OHL utilizó “tácticas engañosas” para ganar el contrato sin incluir un acuerdo laboral del proyecto prometido (PLA). Dicho acuerdo de negociación colectiva generalmente se compromete a utilizar mano de obra del sindicato de trabajadores y pagar los salarios y beneficios acordados, al mismo tiempo que prohíbe las huelgas, las manifestaciones, los cierres patronales y otros paros laborales.
La disputa pública se produce cuando el nuevo equipo de construcción, una empresa conjunta llamada Maryland Transit Solutions, se está preparando para reanudar el trabajo principal a lo largo de la alineación del tren ligero en agosto. La línea está programada para comenzar a transportar pasajeros a fines de 2026, con cuatro años y medio de retraso.
Los trabajadores protagonistas de las manifestaciones portaban carteles que decían “Cumple tu palabra con los trabajadores” y “No rompan las promesas” mientras coreaban: “¿Qué tan fuerte? ¡Unión fuerte!” y “MTS, no eres bueno. ¡Trata a tus trabajadores como deberías!”
¡Si recibe un trato injusto o una mala paga, usted también puede reclamar!
Steve Lanning, subgerente comercial de LIUNA Local 11 en la región de Washington, dijo que los jefes del sindicato de trabajadores y los directivos de la nueva empresa constructora estaban cerca de alcanzar un acuerdo de PLA tras meses de discusión. Sin embargo, el equipo de construcción dejó de devolver las llamadas del dirigente del sindicato de trabajadores repentinamente.
“Sin un PLA”, continuó Lanning, “los trabajadores podrían hacer huelga para insistir en las protecciones laborales”. “Se espera que la construcción de la Línea Púrpura involucre más de 700 puestos de trabajo entre el contratista y los subcontratistas”, agregó.
Los PLAs han sido un gran punto de controversia en los grandes proyectos de construcción durante décadas. En febrero, el presidente Biden generó críticas de algunos líderes de la industria cuando emitió una orden ejecutiva que los obligaba a participar en proyectos de construcción federales valorados en $35 millones o más. Los partidarios dicen que protegen a los trabajadores y mantienen los proyectos grandes y complejos a tiempo evitando las manifestaciones. Los críticos dicen que exacerban la escasez de mano de obra, aumentan los costos de construcción y perjudican a las empresas y trabajadores que no pertenezcan al sindicato de trabajadores.
En un comunicado enviado por correo electrónico, Doran Bosso, director ejecutivo del consorcio conocido como Purple Line Transit Partners, dijo que este y el nuevo contratista “están comprometidos a pagar salarios justos y competitivos”.
“Agradecemos la oportunidad de reunirnos directamente con LIUNA y otros sindicatos para explorar cómo podemos trabajar juntos para entregar la Línea Púrpura a la gente de Maryland a tiempo y dentro del presupuesto”, escribió Bosso. “También nos enfocamos en maximizar la participación de la fuerza laboral local y las pequeñas empresas propiedad de mujeres pertenecientes a minorías”.
Entre finales del año pasado y lo que va de este año, el movimiento de unión de trabajadores en los Estados Unidos ha crecido a un ritmo verdaderamente acelerado generando cada vez más manifestaciones.
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